lunes, 30 de noviembre de 2009

“Los peregrinos son una bendición”

30/11/2009

Última parte de la entrevista de Margarita Díaz Rubio al fraile franciscano Rafael Dorado, cuya primera parte se publicó bajo el título “El fraile que cuida el Huerto de los Olivos” ¿Qué miedo hay además de todo lo político? El Islam está penetrando poco a poco en el mundo y ya está en Latinoamérica. Europa no ha caído en la cuenta, pero no tarda mucho en que la penetración de sus enseñanzas y actitudes los avasalle.

¿Qué piensa de los peregrinos? Que es una gracia de Dios poder venir acá. Es una renovación espiritual, hay muchas reflexiones espontáneas que se pueden hacer y mucho para pensar y meditar. Y estoy seguro que estas peregrinaciones cambian muchas vidas y muchos conceptos erróneos. Y llevan frutos al lugar de origen si entienden y saben que, siguiendo su camino, tendrán una mejor clase de vida.

Ésta es mi misión y esto me da vida y entusiasmo.

¿Y del sacerdocio? Me gusta pertenecer a una congregación. Me siento acogido. Pienso que en el sacerdocio deberíamos renovarnos día a día y no caer en la rutina diaria; debemos pensar que después de Dios estamos nosotros para llevar Su palabra y que esto es una tremenda responsabilidad.

Lo importante no es dónde naces sino ir donde está Dios para seguir sus enseñanzas. La misión del sacerdote es llevar a las almas a Cristo.

¿Me puede decir qué es la felicidad? ¿Es usted feliz acá? Claro que sí le contesto. Soy andaluz y tengo ilusiones y sentido del humor y me río de cualquier problema; digo anda, anda. Soy optimista y estoy enamorado de la Tierra Santa. La felicidad es la realización personal al tratar de lograr las propias convicciones. Con congruencia hacia lo que vives y lo que eres, pues nadie va a vivir consigo mismo más que uno mismo. Tengo un amigo sacerdote que perdió el piso y se casó con una divorciada que con el tiempo lo abandonó. El pobre no fue feliz ni lo es ahora tampoco. Tiene un desasosiego enorme y una tristeza infinita que se le nota con sólo mirarlo. En ese sentido yo he tenido tentaciones fuertes y las he sabido vencer pues cuando decidí consagrarme a Dios lo hice con pleno convencimiento.

¿Y cómo logró vencer lo que me dice? Cerrando la puerta. Si tú dejas un resquicio abierto ten por seguro que ahí entra todo de lo que algún día te vas a arrepentir. Las tentaciones llegan y algo te susurra al oído diciéndote que no importa que no vaya a pasar nada; hay que trabajarlo. Un buen día tuve un problema con una chica muy linda que me buscaba todo el tiempo y antes de que me pasase nada cerré la puerta quitándole las obligaciones que tenía y dándoselas a otra chica muy feíta que era su amiga. La bonita se molestó mucho pero ni modo.

Padre, perdone la pregunta, ¿las principales tentaciones vienen con el sexo? No, para mí lo más importante y difícil es la obediencia. Recuerdo que un día antes de consagrarme tuve unas dudas enormes y mi asesor me dijo que lo del sexo era secundario. Que mi principal problema sería la obediencia y así ha sido.

* * * Salí de Getsemaní, crucé el Huerto de los Olivos y vi a la majestuosa y sufrida Jerusalén a lo lejos. Y agradecí a Dios por esos hombres que ayudan a mantener la fe en nosotros dando su vida por Él y un ideal.
Peligros en torno a la Tierra Santa

29/11/2009

Tercera parte de la entrevista de Margarita Díaz Rubio al franciscano Rafael Dorado, custodio de Tierra Santa. La primera entrega se tituló “El fraile que cuida el Huerto de los Olivos”.

San Francisco llegó hasta San Juan de Acre, cerca de Monte Carmelo, donde fundó un monasterio que fue el primero de tantos. Con el tiempo los franciscanos empezaron a recibir ayuda entre ellos. Fue importante la comprensión del rey de Nápoles de esa época, que era cristiano, así como su esposa.

¿Tantos años acá no hay rutina? Me dice usted que hay rutina. Nada de eso. No tengo tiempo ni para pensar con tanto trabajo. Antes éramos siete y se murió un compañero hace poco. Me levanto a las seis y después del desayuno inicio la jornada que consiste en conservar el lugar. Los peregrinos empiezan a llegar a las nueve y terminan a las cinco de la tarde en que cierro la puerta de la iglesia. Ellos son los que fortalecen mi fe y me dan el apoyo espiritual aunque a veces necesito mucha paciencia, pues hay que guiarlos para que consigan su objetivo. Ellos llegan buscando algo que yo encontré hace muchos años. Además soy el encargado del Torrente Cedrón que sube hasta el monte Moira, que es donde está construido Jerusalén. Es un terreno que se compró de 1600 y hay que prevenir que no hagan gasolineras, supermercados y todas esas cosas que afearían el entorno. Está frente a la iglesia y lo tenemos que defender. Tenemos la propiedad.

¿Y no hay problema? Sí. En el 48 cerraron las puertas de acceso a la Vieja Jerusalén y dimos una carreterita para que hubiese acceso a ese lugar. Ahora en 2000 esa carreterita ya está bajo la municipalidad judía que ahora nos pidió tres metros para ensancharla. Se los dimos. No no han dado nada. Rompieron el muro de contención para hacer el suyo y nos dejaron todas las piedras tiradas y las tuvimos que recoger y reconstruir nosotros; cuando vino el Papa pues no nos dejaban y nos ha costado buen dinero. Ahí está el cementerio de los de rito latino.

¿De dónde sale el dinero para mantener todo esto? De los peregrinos, de donaciones, colecta anual de Viernes Santo, gran ayuda. Obispos que traen dinero.

¿No hay peligro que confisquen las posesiones que tienen los franciscanos en esta tierra? Señora, entrarían en un conflicto mundial. Recuerde que el Vaticano es un estado independiente y tenemos la propiedad. Es del Vaticano y de la congregación que ha comprado la tierra poco a poco y a través de los siglos. Somos los custodios de esta tierra y por ello se han conservado, a través de varios siglos, los lugares santos.

¿Qué toma usted para esa claridad mental? Una pastillita que me dio un palestino, que a su vez le recetaron a su madre. Es un privilegio que yo me acuerde de todo. Cuando cumplí 50 años dije: “Ahora sí que ya estás viejo”, pero ahora me siento en plenitud mental y física. ¿Qué le parece? El hermano me dijo que ha estado todo ese tiempo en Getsemaní pero que en Nazaret en 1969 observó las excavaciones que se hacían alrededor de la gruta, algo que tardó más de 25 años. Vio cuando encontraron las 84 piedras con inscripciones que se supone estaban en una sinagoga pequeña, todo ello en el período judeocristiano. Recuerda al arqueólogo, un italiano apellidado Bágate, al que le preguntaban con sorna “¿Para qué va a excavar allá?”, y encontró una inscripción que dice: “Alégrate María” en griego dórico.

Me contó que tiene tres hermanos y dos hermanas que van a visitarlo con frecuencia y se hospedan en la casa Nova, en la Vieja Jerusalén y es para hospedar a los peregrinos. Que uno de ellos es sacerdote diocesano y llegaría dentro de un mes a Jerusalén con un grupo de 140 personas y el cardenal de Sevilla.

¿Cómo van la vocaciones para los franciscanos que han hecho tanto evangelizando por el mundo? Bien, pero ya no en España, que daba muchas vocaciones, ni en Francia, y en Italia cero. Ahora las vocaciones vienen de África y América Latina, Corea y el Medio Oriente, como Iraq.

¿Y la situación política? Soy pesimista a pesar de ser optimista... Israel quiere abarcar cada vez más y están cercando Belén y Tiberíades. Y no quieren ceder. Y no hay dialogo.— (Continuará).

domingo, 29 de noviembre de 2009



Llega el pez león al Caribe

29/11/2009

MÉXICO (EFE).— La Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (Conabio) detectó la presencia en el Caribe mexicano del pez león, especie que podría afectar a la fauna marina, uno de los principales atractivos turísticos de esa zona del país.

La especie es “extremadamente agresiva” y representa un problema “serio” por su potencial para desequilibrar los ecosistemas en los arrecifes de coral, dijo Ana Isabel González, experta en especies invasoras de la Conabio.

“Los introdujeron en Estados Unidos... se han adaptado muy bien; ahorita ya están en todo el Caribe y desgraciadamente acaban de llegar a Cancún y toda la parte del Caribe”, agregó.

Hasta el momento la especie, que es venenosa, ha sido localizada en Banco Chinchorro y podría empezar a depredar a otras especies autóctonas.
Los que la pasan bien 
también van al cielo
Gaby Vargas

26/07/2009

¿Te ha pasado que de pronto, sin razón alguna y a pesar de todo, por momentos te sientes en paz, tranquilo y contento? Quizá tu mirada se engancha en una escena agradable como el reflejo del cielo en los vidrios de un edificio, la luz del sol que atraviesa las hojas del árbol en la calle, oyes el canto de un pájaro o la risa de un niño. No es que lo pienses —de hecho no estás pensando en nada—, pero te invade esa sensación agradable de bienestar.

Me he dado cuenta de que cuando esto me pasa, es cuando me olvido de mí misma. Cuando la agenda de mi vida se disuelve y sólo estoy ahí sin tratar de dirigir el torbellino del día. Viene entonces a mi mente la frase de esa famosa película: “la vida es bella.” Un poema escrito por Jon Kabat-Zinn, “A taste of Mindfulness”, describe ese tipo de instantes: ¿Has tenido la experiencia de detenerte por completo/ de estar en tu cuerpo por completo/ de estar en tu vida por completo/ que lo que sabes y lo que no sabías; lo que ha sido y lo que está por venir/ y la forma en que las cosas están ahora, no contienen la más mínima muestra de ansiedad o discordia/ un momento en el que estás completamente presente, más allá del deseo de escapar o arreglar nada o de sumergir tu cabeza./ Un momento de estar puro, ya no en el tiempo, un momento de ver puro, de sentir puro./ Y ese estar te toma por todos los sentidos, por tus memorias, por todos tus genes, por tus amores y te da la bienvenida a casa… Pero de pronto despiertas y dices: “¡Cómo me puedo sentir así! si el mundo es un desastre”; basta leer los periódicos, voltear a nuestro alrededor o asomarse a los problemas y angustias de la propia vida. Así que ¿cómo me atrevo a olvidarme de los otros o de lo que se supone debería estar haciendo? Y aparece entonces el fantasma de la culpa.

Nos preocupa el futuro, ser productivos, hacer algo que “valga la pena” y estamos convencidos de que los que se van al cielo son los que se sacrifican y sufren; no los que contemplan, se divierten y la pasan bien. Por otro lado, mostrarse triste, melancólico o atribulado, si bien es la realidad de muchas personas, parece tener cierto caché, cierto atractivo para muchas otras. ¿Será porque la melancolía está llena de profundidad y significado, y eso nos da cierta identidad? ¿Será porque ser feliz es poco interesante? ¿Aburrido? ¿La gente simpatiza más con nosotros si le contamos nuestros problemas que si le contamos nuestros gozos? ¿Será porque una autobiografía que narra una infancia terrible vende más que la que cuenta una sin problemas y feliz? No lo sé.

Pero alguna vez escuché a alguien decir que sólo quien ha sufrido mucho puede escribir una buena canción, una buena novela o un buen poema. Y debo confesar que al escucharlo me dije: “Pues ya estuvo que, hasta ahora, gracias a Dios, no podré hacer nada de lo anterior y toco madera…” Me imagino que esta predilección por el abatimiento se encuentra en el inconsciente colectivo, herencia de nuestra formación sufrida y religiosa. El gozo se nos da por instantes, es ligero y no pesa; y sí, no hay mucho que decir sobre él, sólo se siente en el cuerpo y se siente bien. O se transmite en ese suave aroma que deja en el aire una persona que está feliz. Entonces, ¿porqué sentir esa culpa o pena por sentirnos plenos? Si bien es cierto que el mundo está repleto de cosas tristes y trágicas; también es cierto que buscar esos momentos de paz y gozo no sólo es cuestión de darnos permiso sino que, como decía Borges, es una obligación.


Yucatán está listo para la Bienal de Florencia
El Ayuntamiento apoya a 5 artistas plásticos invitados

26/11/2009

Por primera vez, cinco yucatecos estarán presentes en la Bienal de Florencia, Italia, y además de la exposición de sus obras en este gran escaparate del arte buscarán aprovechar cada instante para estrechar relaciones y promover el intercambio artístico con otras naciones.

Sandra Nikolai, Malena Peón, Enrique Trava, Federico Espinosa “Chacpol” y Jaime Barrera son los cinco artistas de la plástica que representarán a Yucatán en la citada Bienal. Ayer acudieron al Palacio Municipal y se reunieron con el alcalde de Mérida, César Bojórquez Zapata, y con el director de Cultura, Roger Metri Duarte, a quienes agradecieron el apoyo recibido para hacer realidad su participación en el evento en Florencia. Los artistas explicaron que representa un gasto muy oneroso acudir a esta importante Bienal, no sólo por los gastos de transportación, alojamiento y alimentos, sino por el precio de la inscripción al evento y el traslado de las obras. El Ayuntamiento de Mérida, por medio de la Dirección de Cultura, dio apoyo económico a estos artistas para cubrir un porcentaje de los gastos. El alcalde explicó que no fue simplemente una aportación de recursos, sino que recíprocamente cada uno de estos cinco artistas donaron dos obras a la Comuna.Buenas causas Lo más interesante de esta colaboración es que las obras donadas han sido usadas para apoyar a otras agrupaciones. Por ejemplo, las que cedió “Chacpol” se subastaron en la Cena del Hambre que organizó en Mérida la asociación de ayuda a niños quemados Michou y Mau. Cada una alcanzó un precio de $60,000. El primer edil manifestó que de esa manera se multiplicaron los recursos para ayudar a otras personas, y lo mismo se pretende hacer con los trabajos recibidos de los otros artistas. Roger Metri destacó el hecho inédito de que cinco yucatecos acudan a la Bienal de Florencia, al tratarse de un evento internacional en el que se hace un proceso de selección minucioso. El funcionario acompañará a los artistas al evento y añadió que será una oportunidad trascendente para difundir a la capital yucateca como destino turístico, para lo cual llevarán folletería para ofrecer a los numerosos visitantes que suele recibir la muestra. Son 120 países y 640 artistas los que participan en la Bienal, de forma tal que se convierte en un gran escaparate de difusión. De su bolsillo El alcalde también acompañará al grupo a Florencia, aunque un mínimo de días, y aclaró que los gastos saldrán de su bolsillo y no de las arcas municipales. Su presencia en el lugar obedece también a la invitación que le hicieron los organizadores de la Bienal, como patrocinador de la delegación yucateca. Los cinco artistas llevarán para exponer un máximo de tres cuadros cada uno.— Iris Ceballos Alvarado

sábado, 28 de noviembre de 2009

Guido Licciardello


Guido Licciardello 28 de noviembre 
Si legge che un giorno Wolfang Goethe(1748-1832) esclamasse:” Darei tutto quello che possiedo per sapere da dove vengo e dove vado!..”

Queste due domande: da dove vengo e dove vado, insieme a quella della ricerca della propria identità”chi sono?”, costituiscono le basi per potere dare un senso alla propria esistenza.

Chi non crede si aggrappa al caso o al destino e tutto coniuga con la parola fatalità, ma chi crede, come noi, sa dove va e da dove viene, anche se non mai tardi ,né bisogna mai smettere di cercare per realizzare la propria identità .

IL tempo liturgico dell’Avvento, e uno dei cosiddetti “tempi forti” dell’Anno, ci apre a questa possibilità di ricerca, non solo, ma anche può aiutarci a confermare o meno il nostro ritmo di andatura verso la meta a cui siamo diretti.

Chi crede sa da dove viene e dove va, anzi per chi crede la partenza e l’arrivo del cammino coincidono , e hanno un solo nome, Dio .

Veniamo da Dio e andiamo a Dio!

Partiti dall’Amore del Padre che ci ha pensato da sempre, e che poi ci ha chiamato all’esistenza ,nella sua Provvidenza, in un certo momento del tempo, stiamo ritornando a casa, attraverso questo pellegrinaggio ,più o meno lungo, che chiamiamo all’esistenza. E nel suo Amore, Dio Padre non ci la lasciati soli, dopo averci creato non ci lasciato sul mercato della vita come fa il fabbricante di giocattoli con i suoi prodotti, coi quali egli rimane legato soltanto da un numero di matricola o di codice nel catalogo… Dio Padre, oltre ad averci dato suo Figlio come compagno di viaggio, ce lo ha donato addirittura come viatico nel nostro percorso nel tempo per sfamare la nostra sete di infinito e di eterno che Lui, creandoci, ci ha messo dentro.

L’Avvento vuole ricordarci e farci rivivere i tempo dell’attesa, della invocazione della salvezza, del pianto dei Patriarchi e dei Profeti, per la venuta del Messia che avrebbe riunito il tempo all’eternità attraverso il grande ponte della Croce .

Avvento è attesa e vita vissuta insieme, per avviarci verso l’incontro ultimo con chi ci attende per salutare il nostro ritorno.

Ben dicono i Padri della Chiesa che il Messia ha tre venute: la prima con il compimento dell’Avvento, nel S. Natale, la seconda quando ci parla la cuore nell’intimità, indicandoci il cammino da compiere, la terza al compimento della storia, con quella scenografia simbolica che Gesù presenta nel brano del Vangelo di Luca.

“Alzate il capo!..”, è l’esortazione di Gesù a non banalizzare la vita , idolatrando le cose di quaggiù che appesantiscono gli occhi dello spirito.

Allora?..Vada per noi ogni momento la preghiera che la Chiesa oggi pone del Dopo-Comunione:”..La forza del Sacramento, mentre a noi pellegrini sulla terra rivela il senso della vita, ci sostenga e ci guidi nel nostro cammino verso i beni eterni!”.

P.Pierluigi Mirra, C.P.

P.S. : il 29 novembre di qualche anno, nella Basilica Cattedrale della mia diocesi, ricevevo dal mio Arcivescovo il mandato di Ministro Straordinario.. vi chiedo la carità, in questa circostanza, di ricordarmi nelle vostre preghiere, perchè il Signore Gesù mi sostenga e mi guidi in questo servizio. grazie!

Segunda parte de la entrevista... Por Margarita Díaz Rubio

Un fraile franciscano cuenta cómo llegó a Tierra Santa

28/11/2009

Segunda parte de la entrevista de Margarita Díaz Rubio que comenzamos a publicar ayer bajo el título “El fraile que cuida el Huerto de los Olivos” “Profesé con cuatro novicios el 15 de octubre de 1950 y al año siguiente nos dijo el provincial que nos preparásemos para ir a Tierra Santa, explicándonos que no tendríamos problema pues existía lo que se llamaba en esa época la cédula misional”, recuerda el fraile Rafael Dorado.

Embarcamos en Barcelona y estuvimos 27 días en el mar y desembarcamos en Beirut, donde nos recibieron a cuerpo de rey. ¡Imagínese señora: veníamos de una España con problemas, llegamos casi con los hábitos rotos y nos encontramos una metrópoli de gente culta que hablaba varios idiomas y tenía dinero! Ellos nos ayudaron a llegar a Jerusalén, donde me destinaron a Siria donde estuve dos años.

Me han dicho que es el encargado de este lugar desde hace 53 años. ¿Cómo estaba Getsemaní cuando usted llegó? Igual que ahora. Ésta es la tercera iglesia que se construye sobre la roca que tanta veneración ha tenido a través de los siglos. La describe la monja Etérea que estuvo recorriendo la Tierra Santa por un año en el siglo IV.

Monja anacoreta, pariente del emperador Teodosio que quería saber cómo vivían tantos monjes y monjas de aquel entonces. Escribió las memorias de su viaje y ese libro se puede conseguir en las librerías de España.

¿Cómo llegó San Francisco a esta tierra? Vino con los cruzados que llegaban con militares y aventureros y desembarcó en Egipto preguntando dónde estaba el sultán para hablar con él. Francisco le ofreció su ayuda. Le dijo que venía en son de paz y para ayudar a mitigar el dolor de los heridos de cuerpo y de alma por la guerra con los musulmanes. El sultán le dijo que sí y aquí se quedó la orden por gracia de Dios. — (Continuará)

viernes, 27 de noviembre de 2009

Valor de la honestidad pública

Valor de la honestidad pública
La corrupción
René Sacramento Pech (*)

07/10/2009

La Academia San Juan Diego, cuyo objetivo es dar a conocer el Magisterio de la Iglesia, ha encontrado el momento propicio para expresar su punto de vista respecto a una situación actual en la vida de las personas y de los pueblos, relacionada con la nueva encíclica de S.S. Benedicto XVI, Caritas in Veritate —La caridad en la verdad— publicada el 29 de junio pasado, y el subsidio No. 13 editado con motivo del VI Encuentro Mundial de las Familias, celebrado en México en enero de este año.

En la encíclica se explica con claridad que nuestras acciones deben estar encaminadas hacia el bien común tomando en cuenta la doctrina social de la Iglesia, y que al realizarlas, si no se hacen con un espíritu de verdad, son marginales y no se orientan a la justicia y al bien común, por lo que tienden a demostrar una falta de fraternidad entre los hombres y en muchos casos entre aquellos que los gobiernan.

Con base en lo anterior, si no se puede lograr un “desarrollo humano sostenible y sí un fracaso en los resultados al no buscar un bien común como fin, se corre el riesgo de destruir la riqueza y crear o aumentar la pobreza”, con el peligro de volver a los principios de la década de los 90 cuando los niveles de hambruna habían aumentado dramáticamente, según las declaraciones de la directora del Programa Mundial de Alimentos, Josette Sheeran.

Conocer y poner en práctica “el valor de la honestidad pública y la probidad contra la corrupción” es una forma de vida que junto a la justicia exige dar a todas las persona lo que les es debido de un modo congruente. Vivir este valor es imperativo para que las relaciones entre personas, familias, pueblo y gobierno se desarrollen dentro de un ambiente de confianza y armonía, de tal forma que garantice un respaldo de seguridad y credibilidad. El subsidio mencionado deja bien claro, en congruencia con lo expresado en la encíclica, que “la honestidad es uno de los valores más importantes para el perfeccionamiento de la personalidad”, de tal forma que, cuando una persona o grupo la practican, “es garantía de fidelidad, discreción, trabajo profesional y seguridad en el uso y manejo de los bienes materiales”.

La corrupción es abuso del poder para beneficio indebido; produce un daño social de tal magnitud, que atraviesa todos los sectores; es atribuible a políticos, funcionarios, familia y personas, y en un momento dado hace cómplices a todos, porque en todo acto de corrupción hay uno que corrompe y otro que se deja corromper. La corrupción se radica en las personas, como ya se dijo, pero se convierte en sistema si se tolera socialmente. Como afecta a todos, es una causa básica del subdesarrollo y la pobreza, privando a los pueblos y familias de un bien fundamental que es la legalidad.

Para acabar con la corrupción y fomentar la honestidad en todos los sectores hay que tomar acciones en las que todos somos responsables de algún modo; ayudar a la formación moral fundada en principios y valores firmes y no en conveniencias; y dar ejemplo quienes ejercen algún poder o tienen influencias, de un espíritu de servicio y transparencia en el manejo de los recursos, situación que afianza la probidad.

“La sanción justa de quienes son sorprendidos en actos de corrupción, tanto de los corruptores como de los que se dejan corromper, cualquiera que sea su cargo, alientan a que no se practique la corrupción, ya que la impunidad no permite avanzar y la autoridad no puede ser cómplice ante los casos comprobados de deshonestidad”. Por ultimo el subsidio varias veces mencionado sugiere: “El esfuerzo privado contra la corrupción debe apoyar y desarrollar las medidas contra la corrupción en el sector público. El orden social será más sólido cuando no se imponga el interés individual al de la sociedad en su conjunto”. Algunas formas para combatir la corrupción del sector público pueden ser: Fortalecer el empleo y gestionar subsidios justos a los servidores públicos que les permitan satisfacer sus necesidades y un sistema eficaz de pensiones.

 Planear un sistema judicial efectivo y procesos transparentes abiertos.

 Desarrollar una autoridad responsable con espíritu de servicio.

 Promover en la autoridad la capacidad de asumir, como fin de su actuación, el bien común y no el prestigio o el logro de ventajas personales o el poder (Subsidio No. 13 pág. 61).

Conclusión: La Iglesia, siempre actualizada y pendiente de todo y de todos, los invita a que hagamos un momento de reflexión leyendo en la Biblia la carta del apóstol Santiago: 5, 1–6 .— Mérida, Yucatán.

————— *) Presidente de la Academia San Juan Diego

Llenar de amor los corazones

En este Adviento el consejo es llenar de amor los corazones

María Cecilia Erosa Encalada

24/11/2009

Algunas personas nos caen muy bien y nos parecen muy “agradables”: siempre están a la moda en todo y buscan quedar bien con los demás. Nos cuentan todo lo que hacen, los lugares a donde viajan o todas las cosas que siempre queremos escuchar y ¡qué agradable es sentarnos con ellas a la mesa en una fiesta! Otras personas nos parecen menos populares. Las que no son “tan agradables”, como las que nos dicen todo lo que nos incomoda: por ejemplo nos dicen indirectamente nuestros errores, como adivinando sin querer, o nos dicen lo que hay que hacer. A nadie le gusta tener cerca a estas personas, pues nos hacen sentir más que culpables y porque quizás no estamos siguiendo una buena conducta, pero no nos gusta aceptarlo.

Y “lo malo” es que siempre habrá algo o alguien que les hará acordarse de su conciencia. Pero ¿saben? Digo “lo malo” porque para estas personas es muy duro aceptar y agradecer que siempre hay alguien que les ayude. Entonces sacan de sus vidas a esta gente “aburrida” para borrar cualquier sentimiento de culpa.

¡Nos hace falta tanto amor! Debemos llenar nuestras almas hasta saturarlas del amor que recibamos a través de todos nuestros amigos, para que no quede ningún espacio disponible para rencores, celos, envidias, odios, egoísmos y toda clase de desamores que luego no nos dejarán tranquilos. Quizás no sabemos cómo corregirnos y pensamos: ¿Qué debí hacer. Callar? Ya se trate de uno mismo o un conocido, un amigo, una amiga, sea quien fuera. ¡Es nuestro deber decir la verdad! Por supuesto, pues están destruyendo sus vidas y las que conviven con ellos.

Casi todos dejamos para lo último la búsqueda de un buen consejo y nos vamos a dormir pensando en los planes del día siguiente y seguros de que siempre encontraremos un tiempo para corregirnos, pero quizás mañana podrías ya no despertar. Estamos cerca del 29 de noviembre, primer domingo de Adviento. Este acontecimiento nos invita a convertirnos, transformarnos en alguien nuevo, en una persona que ame y se rectifique hacia el camino de la verdad a cada instante. Solamente hay que estar dispuestos a ser personas que den amor en donde quiera que estén y que no tengamos miedo de tomar el timón de nuestras vidas con valor... Si así fuéramos todos ¡Qué cosa más bella sería! ¡De lo contrario, cuando empecemos a vivir en ese gran vacío, que nosotros mismos sembramos, lleno de nuestros errores, lleno de nuestros egoísmos, sentiremos esa falta de amor verdadero en cada día que amanece y por las noches quizás no podremos dormir, pues el enemigo más grande que puede tenerse es el egoísmo! Sobre todo que nuestro mundo hoy día trata de confundirnos haciéndonos creer que lo material es necesario para ser felices, cuando la mayoría de las veces es al contrario, pues con el poder y el dinero muchas personas se van alejando cada vez más de la verdad y nadie puede ser auténticamente feliz viviendo de esta manera. En algún lugar se menciona que “el Adviento es un tiempo de espera, de conversión y de esperanza”. Muchos creen que sólo es un tiempo de compras, arbolitos de Navidad, luces de colores, regalos y muchas decoraciones navideñas más y sin querer van olvidando que la verdadera razón por la que deberíamos regocijarnos es por tener un Belén en casa, un nacimiento, para ir preparándonos para recibir al Niño Dios en nuestro corazón. Como dicen los estadounidenses: “Jesús is the reason of the season” (Jesús es la razón de la temporada).

No olvidemos el verdadero significado del Adviento: “Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento. Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele; velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer o a medianoche o al cantar del gallo o de madrugada. No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!” (Mc. 13, 33-37

El fraile que cuida el Huerto de los Olivos


Rafael Dorado, fraile franciscano que cuida el Huerto de Getsemaní

El fraile que cuida el Huerto de los Olivos
Margarita Díaz Rubio

27/11/2009

¿Uno? No es así: En el estado de Israel hay 221 sacerdotes franciscanos que desde 1202 resguardan los lugares santos. Fue algo de lo que me enteré cuando tuve la oportunidad de entrevistar al hermano que cuida y mantiene con esmero el Huerto de los Olivos y la iglesia de Getsemaní en Jerusalén.

El hombre, de 83 años, nació en Sevilla y conserva la simpatía propia de los de esa región. Cuando le dije que era muy guapo y que ya me imaginaba cómo sería de joven me miró a los ojos con esa picardía de los del sur de España y me tomó de la mano en señal de agradecimiento.

El hermano franciscano, de altura media, tez blanca, manos expresivas y ojos inquisidores, es muy reconocido en Jerusalén por su bionomía, trabajo y dedicación a la Iglesia Católica y al lugar que la orden le ha puesto, que es la custodia de uno de los más importantes lugares sagrados que hay en Israel.

No quería la entrevista... ¡esos periodista latosos! El día anterior nos había criticado por una melodía que entonamos en la Hora Santa que tuvimos en el altar que se encuentra detrás de la roca donde el Señor le pidió a su Padre fuerzas para soportar la agonía. ¡Es horrible. Es repetitiva y de plano no me gusta! Comprendí que esa era una costumbre: quejarse de manera irónica y jocosa de las situaciones por las que pasaba cada día y así poder sobrellevar la carga que tiene sobre los hombros.

Lo convencí. Le dije mi nombre y me invitó a sentarme en un pequeño sofá que se encuentra en la sacristía, por donde tienes que pasar al estar cerrada la puerta principal del templo que, en el día, está abigarrado de peregrinos.

Eran las siete de una noche agradable y fresca, y la charla surgió llena de anécdotas y, de vez en cuando, de una carcajada espontánea.

Padre, ¿y esa tos? Margarita, algo hay que tener en esta edad. Fui con el médico y me hizo todo tipo de preguntas y de chequeos y me mandó de regreso a este lugar diciéndome que todo era simple vejez. Y que no me daría nada. Tengo ya 83 años y ¿no le parece que soy un roble? La verdad que de no ser por esta pequeña molestia no tendría ningún problema.

He estado en su país y me encanta México. Tengo amigos historiadores y a mí me hubiera gustado tener esa disciplina, pero fue imposible, pues el sacerdocio me exigió mucho y no tenía tiempo más que para hacer mi labor de la mejor manera posible.

¿Qué me puede decir de usted y el sacerdocio? Me llamo Rafael Dorado. Estuve en el convento de Cipriano, que se encuentra en la costa del Atlántico, en un lugar donde íbamos a veranear los jóvenes y donde me pescaron a los 17 años. Allá hice mi noviciado que terminó a los ocho años. Es un lugar muy bonito donde está la Virgen que le dicen de Nuestra Señora de la Regla. Recuerde usted cómo nos gusta a los españoles eso de las Vírgenes.— (Continuará)