Un fraile franciscano cuenta cómo llegó a Tierra Santa
28/11/2009
Segunda parte de la entrevista de Margarita Díaz Rubio que comenzamos a publicar ayer bajo el título “El fraile que cuida el Huerto de los Olivos” “Profesé con cuatro novicios el 15 de octubre de 1950 y al año siguiente nos dijo el provincial que nos preparásemos para ir a Tierra Santa, explicándonos que no tendríamos problema pues existía lo que se llamaba en esa época la cédula misional”, recuerda el fraile Rafael Dorado.
Embarcamos en Barcelona y estuvimos 27 días en el mar y desembarcamos en Beirut, donde nos recibieron a cuerpo de rey. ¡Imagínese señora: veníamos de una España con problemas, llegamos casi con los hábitos rotos y nos encontramos una metrópoli de gente culta que hablaba varios idiomas y tenía dinero! Ellos nos ayudaron a llegar a Jerusalén, donde me destinaron a Siria donde estuve dos años.
Me han dicho que es el encargado de este lugar desde hace 53 años. ¿Cómo estaba Getsemaní cuando usted llegó? Igual que ahora. Ésta es la tercera iglesia que se construye sobre la roca que tanta veneración ha tenido a través de los siglos. La describe la monja Etérea que estuvo recorriendo la Tierra Santa por un año en el siglo IV.
Monja anacoreta, pariente del emperador Teodosio que quería saber cómo vivían tantos monjes y monjas de aquel entonces. Escribió las memorias de su viaje y ese libro se puede conseguir en las librerías de España.
¿Cómo llegó San Francisco a esta tierra? Vino con los cruzados que llegaban con militares y aventureros y desembarcó en Egipto preguntando dónde estaba el sultán para hablar con él. Francisco le ofreció su ayuda. Le dijo que venía en son de paz y para ayudar a mitigar el dolor de los heridos de cuerpo y de alma por la guerra con los musulmanes. El sultán le dijo que sí y aquí se quedó la orden por gracia de Dios. — (Continuará)
Embarcamos en Barcelona y estuvimos 27 días en el mar y desembarcamos en Beirut, donde nos recibieron a cuerpo de rey. ¡Imagínese señora: veníamos de una España con problemas, llegamos casi con los hábitos rotos y nos encontramos una metrópoli de gente culta que hablaba varios idiomas y tenía dinero! Ellos nos ayudaron a llegar a Jerusalén, donde me destinaron a Siria donde estuve dos años.
Me han dicho que es el encargado de este lugar desde hace 53 años. ¿Cómo estaba Getsemaní cuando usted llegó? Igual que ahora. Ésta es la tercera iglesia que se construye sobre la roca que tanta veneración ha tenido a través de los siglos. La describe la monja Etérea que estuvo recorriendo la Tierra Santa por un año en el siglo IV.
Monja anacoreta, pariente del emperador Teodosio que quería saber cómo vivían tantos monjes y monjas de aquel entonces. Escribió las memorias de su viaje y ese libro se puede conseguir en las librerías de España.
¿Cómo llegó San Francisco a esta tierra? Vino con los cruzados que llegaban con militares y aventureros y desembarcó en Egipto preguntando dónde estaba el sultán para hablar con él. Francisco le ofreció su ayuda. Le dijo que venía en son de paz y para ayudar a mitigar el dolor de los heridos de cuerpo y de alma por la guerra con los musulmanes. El sultán le dijo que sí y aquí se quedó la orden por gracia de Dios. — (Continuará)
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